ILICITANO- REPÚBLICA 5-3
EL ILICITANO SE LLEVA EL DERBI DE LA CORDIALIDAD
Papa Juanito terminó su jornada en el Hiperber antes de hora puesto que así se lo había pedido a su jefe. Comió rápidamente con su familia, su mujer y sus dos hijos, y sin más dilación los cuatro se dirigieron a pasar una buena tarde de fútbol. Llegaba el derbi, un día marcado en rojo en su calendario Pirelli. Las pasiones se desbordaban, la ciudad clamaba a sus ídolos, y de esta forma Papa Juanito y centenares de aficionados más se dirigieron al estadio monumental del Mediterraní a ver buen fútbol, fútbol de altos quilates. Hoy jugaban Ilicitano y República, el derbi por antonomasia.
Los prolegómenos del partido estuvieron marcados por una cordialidad difícil de ver hoy en día ante la importancia de los puntos y la gran competitividad existente en cualquier tipo de liga. Pero esa tarde los dos puntos importaban poco. Los dos conjuntos pugnaban por algo más importante, demostrar a su homónimo quien es el mejor, convertirse en el Rey del Mediterraní. Fotos, saludos, bromas,… esto eran simples excusas para descargar la tensión existente en cada jugador que sopesaba sobre sus hombros la gran importancia que recaía sobre él ante el inminente comienzo del partido. Este era un derbi que hacía especialmente daño a los locales, puesto que nunca habían ganado en partido oficial ni amistoso a República, pero la historia iba a rescribirse con letras de color verde.
República sólo contaba con 5 jugadores de campo por lo que no tenían sustituciones y se veían obligados a reservarse al máximo para aguantar con las mayores garantías todo el partido. Su táctica escogida fue la de aguantar atrás y hacer el mayor daño posible a la contra. Esta fue una de las premisas expresadas por su portero durante todo el primer tiempo: … señores no se desgasten que queda mucho partido. Sabiendo esto Ilicitano, y con tres cambios, decidió atacar a su rival desde un principio sin darle tregua, sin ningún tipo de facilidades a la salida de balón. República empezó mejor, teniendo varias ocasiones de peligro, principalmente por acciones individuales pero que no le daban fruto alguno. En cambio, el primero en golpear fueron los ilicitanos con un rechace aprovechado por Carnas que puso el 1-0, gol celebrado por los locales con una traca, demostrando las “ganas” que se tienen ambos conjuntos. Esta traca no hizo más que espolear a los visitantes y antes del descanso consiguieron empatar el encuentro. Una primera parte mejor planteada por República pero que para nada anulaba a un Ilicitano que atacaba con mucho peligro.
En el segundo tiempo es donde se pudo ver realmente lo que es el derbi. Goles, emoción, algún accidente, y sobre todo muchísima tensión. Como en la primera mitad, los Republicanos conseguían hilvanar mejores jugadas, partiendo de una defensa sólida y saliendo a la contra. Los locales eran los que llevaban el ritmo del partido y sólo encontraban presión a partir de mitad de cancha. Así, de nuevo fueron los hamburgueseros los que aprovecharon su oportunidad, y Carnas, marchándose de su defensor, anotó el 2-1. Fue entonces cuando se pudo ver un cambio en la dinámica del encuentro, República decidió ir a por el empate e Ilicitano se agazapó algo atrás esperando las contras. Fue entonces cuando emergió el MVP del partido, Manu, el portero local, que realizó soberbias paradas ante la incredulidad de los jugadores Republicanos, que veían como Zamora renacía de sus cenizas. Posteriormente, Will y Fran anotaron el tercer y cuarto gol por parte del Ilicitano que prácticamente dilapidaba las esperanzas de los visitantes. No obstante, República acortó distancias hasta ponerse 4-3 ante el desconcierto local, que bien pudo haber culminado en empate a 4 si uno de sus ataques no se topa con la escuadra.
El partido a falta de 6 minutos para la conclusión, y cuando más emoción acumulaba, tuvo que detenerse por un choque entre dos jugadores que quedaron algo conmocionados pero que por suerte pudieron continuar. En la reanudación del encuentro, a República pocas fuerzas le quedaban y así llegó el quinto y último gol de Ilicitano por medio de Carnas, consiguiendo un hat-trick (Nota del autor: tapando de esta forma la boca a su míster Will que le había dejado en el banquillo incomprensiblemente al inicio del partido ante el desconcierto total de la afición local.)
A la conclusión del partido los jugadores se volvieron a saludar entre ellos, deseando lo mejor a su oponente en liga, demostrando así la buena relación que les une y dejando cualquier tipo de disputa en el campo. Un empate por los visto en el campo hubiera sido lo más justo, pero esta vez la diosa fortuna se alió con los hamburgueseros. Partidos como este da gusto verlos y sobre todo jugarlos. Que se repitan muchos años.
Crónica realizada por: Carnas.
1 comentario:
Gran crónica Van Carnas!
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